Un grupo de más de 140 líderes mundiales y especialistas llamó a garantizar que la vacuna y los diagnósticos, pruebas y tratamientos contra covid-19 se suministren de forma gratuita en todo el mundo.
El llamado contó con la coordinación del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) y la confederación de organizaciones civiles Oxfam, y llega justo antes de la reunión de la Asamblea Mundial de la Salud, informó la ONU en un comunicado.
El pedido tomó cuerpo en forma en una carta abierta en la que participan el presidente de Sudáfrica y de la Unión Africana, Cyril Ramaphosa; la expresidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, María Fernanda Espinosa, y el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.
En la misiva se pide a todos los gobiernos del mundo aunar esfuerzos para apoyar una vacuna de carácter “popular” contra la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus.
La misiva exige que todas las vacunas, tratamientos y pruebas estén exentas de patentes, se produzcan en serie, se distribuyan equitativamente y se pongan a disposición de todas las personas en todos los países y de forma gratuita.
El mundo, advierte, no puede permitirse monopolios y competencias que obstaculicen el mandato universal de salvar vidas.
Peticiones
El pronunciamiento incluye tres pedidos específicos:
“Asegurar el intercambio obligatorio de todos los conocimientos, datos y tecnologías relacionados con covid-19 a nivel mundial, a fin de garantizar que cualquier nación pueda producir o comprar dosis asequibles de vacunas, tratamientos y pruebas.
“Establecer un plan global y equitativo de fabricación y distribución rápida de las vacunas, tratamientos y pruebas que esté totalmente financiado por las naciones ricas y que garantice la transparencia ‘a precios de costo real’ y suministros de acuerdo con las necesidades en vez de las capacidades de pago. Este punto incluiría medidas urgentes destinadas a aumentar enormemente la capacidad de producción de las vacunas en cantidades suficientes y capacitar y reclutar a millones de trabajadores sanitarios para distribuirlas.
“Garantizar que las vacunas, los diagnósticos, las pruebas y los tratamientos de covid-19 se proporcionen gratuitamente a todos, en todas partes, priorizando el acceso a los trabajadores que estén en primera línea, las personas más vulnerables y los países pobres con menor capacidad para salvar vidas”.
La vacuna covid-19 no debe pertenecer a nadie y ha de ser gratuita para todos; “los tópicos diplomáticos no son suficientes, necesitamos garantías legales, y las necesitamos ahora”, dijo la ex primera ministra de Nueva Zelanda y ex administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark, en la conclusión del comunicado.